La peatonal Plaza de María Pita es la plaza más famosa y céntrica
de la ciudad. Es uno de los espacios de encuentro preferido de los
coruñeses: perfecto para los juegos de los niños y para tomar algo
en una de las terrazas acristaladas (para proteger del viento y la
lluvia) de sus cafés y restaurantes.En ella está el majestuoso edificio del Ayuntamiento y la estatua de
la heroína coruñesa María Pita que le da nombre.
En 1589, María Pita animó al pueblo a resistir durante el ataque de
la marina británica liderada por Sir Francis Drake como castigo por
su apoyo a la “Armada Invencible” enviada por Felipe
II contra Inglaterra un año antes. Las tropas
inglesas habían abierto una brecha en los muros de la ciudad vieja.
Un alférez, bandera inglesa en mano, logró subir a la parte más
alta de la muralla, pero María Pita lo mató y gritó "Quen
teña honra, que me siga" (quien
tenga honra que me siga), exhaltando a las gentes que
consiguieron la retirada de los británicos.
La estatua de María Pita fue realizada por
Xosé Castiñeiras. De bronce, representa a la heroína con una lanza
y a sus pies, al cuerpo sin vida del alférez inglés.
Las casas que rodean la plaza son las típicas gallegas con
“galerías” de madera y vidrio que en su parte trasera dan a La
Marina. Galerías de cristal
Desde la plaza se pueden ver las torres de la
barroca Iglesia de San Jorge (s. XVIII) justo saliendo de la plaza a
la izquierda si nos colocamos mirando hacia el ayuntamiento.
Si venís a A Coruña en Navidad, la Plaza de María Pita se muestra aún más bella de lo habitual.A las tradicionales luces que decoran la Casa Consistorial en estas fechas, hay que añadir la instalación en el centro de la plaza del “Pueblo navideño”, con cabañas y figuras de renos, trineos, osos polares... También existe un pozo de los deseos, donde niños y mayores arrojan monedas esperando que se cumplan sus deseos. Quizás tú, viajero, has pedido regresar a A Coruña.